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¿Acné o rosácea?
El acné y la rosácea son afecciones cutáneas distintas. El enrojecimiento y las erupciones en el rostro podrían significar que tiene acné, aunque no siempre. Una afección cutánea llamada rosácea, puede provocar erupciones y enrojecimiento similares a los del acné.
Esta imagen puede ayudarle a apreciar la diferencia entre estas dos afecciones cutáneas habituales.
¿Qué es el acné?
Nuestra piel contiene glándulas sebáceas que producen sebo, una sustancia grasa que protege la piel frente a la deshidratación, los patógenos y los irritantes. Las glándulas sebáceas pueden obstruirse e inflamarse, generando espinillas. Llamamos a esto acné. Los síntomas son granos rojos, espinillas blancas y puntos negros. Además del rostro, también puede producirse en otras partes del cuerpo, como el cuello, la espalda y el pecho. Si no se cuida adecuadamente la piel con acné o si se rasca, la piel se irrita y pueden producirse cicatrices. El acné es especialmente habitual entre personas de 15 y 25 años.
¿Qué es la rosácea?
Con la rosácea, se produce enrojecimiento del rostro, especialmente de la nariz y las mejillas. Es habitual en las personas que tienen la piel seca. La expansión de los vasos sanguíneos provoca el enrojecimiento. Puede ir acompañado de espinillas, lo que hace que la rosácea se confunda en ocasiones con el acné. La rosácea habitualmente se produce a una edad más tardía que el acné, en concreto después de la treintena. Se desconoce la causa de la rosácea. Determinados factores pueden agravar la rosácea, por ejemplo:
- Calor
- Luz del sol
- Cosméticos
- Alcohol
- Alimentos muy condimentados
- Determinados medicamentos, como los medicamentos con corticoesteroides.
Hay que destacar que. Aproximadamente el 50 % de las personas con rosácea también sufre de problemas oculares, como ojos secos, con ardor o llorosos. Las principales diferencias entre el acné y la rosácea
Las principales diferencias entre el acné y la rosácea
El acné se caracteriza principalmente por las espinillas, mientras que la característica principal de la rosácea es el enrojecimiento. Además, el acné comienza habitualmente a una edad más temprana (entre los 15 y los 25 años) que la rosácea, que habitualmente se produce después de los 30. Otra diferencia es que el acné deja cicatrices, algo que no ocurre con la rosácea. En ocasiones, tanto el acné como la rosácea tienen un carácter crónico. El asesoramiento y los tratamientos correctos pueden calmar la piel, de modo que desaparezcan los síntomas durante un período de tiempo más prolongado. Es importante que el médico o el dermatólogo realice un diagnóstico correcto, de modo que el problema se trate adecuadamente.